Son pizarras asfálticas cuya utilización es muy común en Europa, EEUU y Canadá, donde la mayoría de los techos utilizan estos materiales como terminación. Están compuestas por una base de bitumen con fibras de vidrio entrelazadas que le confieren gran resistencia. En la cara superior tiene incrustado gránulos de cerámica que le dan el acabado a la placa y el color. La colocación es muy simple pudiendo 2 personas entrenadas, cubrir hasta 75 m2 por día. Se instalan sobre machimbre o fenólico clavando el material directamente. La placa se presenta en medidas de 1 x 0.35 mt. y 0.90 x 0.31 mt., tiene 3 aletas del tamaño de una pizarra tradicional que quedan a la vista y jerarquizan el diseño de la vivienda a un costo menor que otras opciones en el mercado. Las pizarras no necesitan mantenimiento y ofrecen estanqueidad absoluta ya que, al superponerse las placas, el fieltro asfáltico queda doble impidiendo el ingreso de agua, nieve, viento y granizo. Por su bajo peso (10 kg / m2) y la facilidad en el manipuleo; las pizarras permiten reducir la estructura y el costo de la mano de obra de instalación. El material ofrece un excelente acabado estético. Cabe resaltar que estudios en tecnología de materiales han revelado que los productos flexibles tienen una alta resistencia al paso del tiempo y a las variaciones de temperatura.